Sin masa no hay paraíso
Sabemos que la masa puede parecer solo “la base” de una pizza. Pero en la pizza napolitana, la masa es la estrella que no necesita aplausos, porque se los gana sola.
En Mama Pizzería la tratamos como lo que es: un ser vivo que respira, evoluciona y necesita cariño. Nada de rodillos, nada de prisas. Solo harina, agua, levadura, sal y tiempo.
Mínimo de 48 horas de fermentación.
Nuestra masa se toma su tiempo. Y tú lo notas.
La fermentación lenta (mínimo 48 horas) no solo la hace más digestiva: también desarrolla esos sabores suaves, esa textura elástica y ese cornicione inflado con alveolos que crujen al romper.
A mano y con arte
En Napoli te cortan la mano si usas rodillo. Bueno, no literalmente… pero casi.
La pizza napolitana se trabaja a mano, empujando el aire hacia los bordes, sin romper la estructura interna. Por eso el borde cornicione sube ligero como una nube.
Y sí, cada bola de masa es amasada por nuestros pizzeros con un ritual. No es exageración, es oficio y pasión.